Resumen Crítico sobre dos Capítulos

Libro: Ripol-Millet, A. (1994): Separació i divorci: la mediació familiar. Barcelona. Generalitat de Catalunya. Centre d’Estudis Jurídics i Formació Especialitzada.

Capítulo 3: LA SEPARACIÓN Y EL DIVORCIO MATRIMONIALES

Este libro nos habla de los cambios familiares dentro de las separaciones y divorcios, y de cómo se abordan estas situaciones des de y a través de la mediación familiar. Concretamente los dos capítulos elegidos para comentar el resumen de su contenido han sido el 3 y 5, que hacen referencia respectivamente, a la separación y el divorcio, y a la práctica de la mediación familiar en otros países. He escogido estos dos temas o capítulos porque encuentro que son los más directos dentro de la mediación, y en el caso del número tres, porque además introduce un poco las situaciones con las que nos podemos encontrar y nos las hace más comprensibles dándonos una base explicativa de el porqué de según qué comportamiento. Además, el tema 5 nos habla de aspectos en otros países que son interesantes de saber y descubrir, para que puedan aportarnos en un futuro nuevas y diferentes maneras de hacer. Haber elegido el tema 4 hubiera estado bien para repasar lo que habíamos hecho en clase, pero, precisamente por eso al final no lo escogí, porque sería una repetición de lo que ya habíamos trabajado anteriormente y no una ampliación.

El primer capítulo del que hablaré nos dice que, la separación o el divorcio siempre suponen cambios dentro de la estructura familiar i cambios en la dinámica de la convivencia. Según distintos autores y especialistas sobre el tema, encontramos distintas fases dentro de este proceso. Por ejemplo según Paul Bohannen hay cinco fases dentro del proceso de divorcio o separación. Estas fases son:

1. Separación / Divorcio emocional

· Ruptura marital.

· Compartir hijos de manera separada.

2. Divorcio legal

· Proceso disolución jurídica.

3. Divorcio económico

· Repartición del bien común.

· Creación de dos unidades de convivencia.

4. Divorcio comunitario

· Cambios en las relaciones sociales compartidas o separadas.

5. Divorcio psíquico

· Proceso personal que conduce a la aceptación de la nueva realidad.

· Nueva autonomía personal.

También autores como en el caso de Lenard Marlow comenta aspectos sobre el divorcio des de la perspectiva social y des de una perspectiva más humana y/o personal.

En este capítulo también podemos ver las consecuencias que tiene el divorcio o separación sobre la pareja y todos los aspectos en general:

FASE 1. Decisión de divorciarse: reconocer y aceptar la incapacidad de resolver el conflicto o conflictos. Hay sentimientos de culpa, de rabia, de aislamiento, de depresión. Sobre todo sentimientos de culpa con respecto a los hijos.

Pero más tarde se crean sentimientos de hostilidad, ya que se ven a los hijos como un obstáculo o impedimento para poder restablecer nuevas relaciones sentimentales con otras parejas.

FASE 2. Planteamiento a la familia: llegar a acuerdos de custodia, repartición patrimonial, sentimientos más agresivos, de rabia y de descualificación.

FASE 3. Separación: Duelo por la pérdida de la unidad familiar. Readaptarse a la vida cotidiana (nuevo proyecto de vida).

FASE 4. Desvinculación: Aceptación de la realidad. Reconexión con la propia familia o con la ex familia. Restauración del autoestima e iniciar nuevas relaciones sociales.

Otro autor como Sallarés, sintetiza los cambios de la fase 4, descritos por el autor anterior:

1. Cambio en el proceso intra-familiar.

2. Cambio de calidad y cantidad del contacto padres-hijos.

Cada vez más personas separadas muestran más problemas físicos y psíquicos. Es decir, que el proceso de separación no solo se lleva en términos judiciales y familiares, si no que a través de esto vemos que también afecta mucho a la salud de los procesos mentales y del propio cuerpo.

Los hijos se ven como “capital material específico”., no son exclusivos de uno de ellos, si no que pertenecen al patrimonio común.

Un estudio sobre la influencia de los hijos en la ruptura realizado en Estados Unidos, por lo tanto no aplicable a otros países o contextos sociales, nos dicen que:

Ø El primer nacimiento disminuye positivamente el riesgo de separaciones.

Ø Tener hijos con menos de seis años tiene menos riesgo de separaciones que con hijos mayores.

Ø Tener hijos con más de doce años tienen más riesgo a separaciones.

Ø La estabilidad es menor cuando el hijo nace antes de que la pareja se una en matrimonio.

Hasta ahora hemos estado viendo las consecuencias de la separación en los diferentes contextos de pareja, familiares, con los hijos y sociales, sobre todo entre la pareja, pero a continuación hablaremos más concretamente de las consecuencias de un divorcio sobre los hijos. Los hijos viven cambios significativos dentro de los cambios parentales. En muchas ocasiones en los informes llega a hablarse incluso de maltrato al infante, ya que, de manera inconsciente, estamos haciendo un mal al menor. Los niños pueden pasar por distintas fases:

FASE 1. El niño espectador. Observa y vive las amenazas que se hacen constantemente sus padres. Sufren ansiedad e irritabilidad en muchos casos.

FASE 2. Inducidos al centro del conflicto. Son utilizados por los padres o por uno de ellos para llevarlos a su terreno y así utilizarlos como excusas o escudos protectores. Para obtener ventajas sobre el otro.

FASE 3. El hijo aliado con una de las partes. Alguno de los dos padres intenta que su hijo se alíe con él o ella, de manera que comience a ser hostil con la otra persona.

FASE 4. El padre atacado reacciona de la misma forma con su hijo. Se fuerza la mala situación y el niño se siente mal, culpable y utilizado por sus propios padres.

Los niños entre los dos años y medio y los seis suelen creer que por su culpa sus padres se pelean. Entre los cinco y los doce años compensan sus problemas familiares en la escuela. En la adolescencia comienzan a abstenerse de responsabilidades y se crean un comportamiento antisocial.

Los niños durante todo este período sufren mucho, incluso más que los adultos ya que son niños y en muchas ocasiones no están entendiendo lo que está ocurriendo entre sus padres y en su estructura familiar, aspecto muy importante para el desarrollo de los niños en todos sus aspectos.

También debemos decir que el capítulo hace referencia a las consecuencias de la separación con respecto a los familiares extensos y a las amistades. Estas consecuencias pueden variar dependiendo de la madurez de las personas, la calidad de sus relaciones, la unidad, el tiempo de éstas, etc.

Personalmente creo que es importante e interesante conocer todo este contexto de divorcio y separaciones del que se hace partícipe en muchas ocasiones los procesos de mediación familiares. Aunque estos procesos de mediación familiar no únicamente se ocupan de estos casos, si no que se pueden ocupar de casos menos graves, o para evitar este tipo de situaciones. Debemos ser conscientes de que influyen muchísimos aspectos dentro de un proceso de separación y debemos tener en cuenta muchas partes, no solo las dos directamente implicadas. Los niños son muy importantes y la mediación familiar debería centrarse mucho más en realizar algún tipo de mediación especial con ellos, ya que en muchas ocasiones no se les tiene en cuenta.

Capítulo 5: LA PRÀCTICA DE LA MEDIACIÓ FAMILIAR A ALGUNS PAÏSOS

En el resumen del segundo capítulo, es decir del capítulo número 5, podemos ver como se utiliza la mediación en otros países. De manera que nos pueden servir como ejemplo de lo que ocurre actualmente en otro lugares del mundo, y como y de qué manera podemos introducirlos en nuestro país, sociedad y cultura.

La mediación familiar tiene una historia todavía muy joven y corta. Pero se ha extendido con gran rapidez entre los países occidentales más desarrollados.

Ø La mediación familiar en Canadá: Fue pionero junto con Estados Unidos en la mediación familiar. Nació en 1974, cuando Howard Irving crea un servicio de conciliación familiar. En 1981 se crean servicios públicos de mediación familiar y en 1984 se efectúa la creación del SMF para evitar divorcios en primer lugar, pero también para minimizar los efectos negativos dentro del divorcio. Incorpora también un equipo interdisciplinar de formación permanente.

Ø La mediación familiar en Gran Bretaña: en este país hay más tradición de mediación familiar dentro de los países europeos. Lisa Parkinson habla de 6 contextos en los que se desarrollan la mediación familiar:

1. Mediación durante el proceso jurídico.

2. Mediación a cargo de unidad civil.

3. Mediación a cargo de desarrollo privado.

4. Mediación a cargo de agencias de bienestar o caridad de abasto nacional.

5. Mediación para comunidades específicas, étnicas y religiosas.

6. Mediación a cargo de juristas.

Ø La mediación familiar en los Países Bajos: La incidencia de los divorcios en este país es muy alta. La custodia de los niños es conjunta. Con un solo abogado pueden llegar a la resolución de los pactos entre los dos. En 1988 un grupo de 18 abogados de la Sociedad Holandesa de Abogados en Ejercicio siguieron un curso de formación en técnicas de mediación y negociación, con el intento de continuar ofreciendo a la población servicios de atención familiar en casos de ruptura matrimonial.

Ø La mediación familiar en Bélgica: Por los objetivos que la mediación familiar belga propone, y que listamos a continuación, podemos considerar que su modelo de intervención es amplio e incluye prestaciones que otros países serían cubiertas con otra serie de disciplinas:

1. Ayudar a los padres a renunciar a su vida de pareja, con todo lo que ello supone en cuanto a dependencia psicológica.

2. Ayudar a cada uno de los padres a comprender el sufrimiento de la otra parte y sus expectativas de futuro.

3. Llegar a acuerdos sobre la educación de los hijos/as.

4. Negociar un contrato de distribución de los bienes comunes.

En algunas sesiones pueden llegar a participar los hijos de las parejas que quieren separarse.

Ø La mediación familiar en Francia: Comenzó en el año 1986 con el objetivo de resolver conflictos sociales y territoriales. La especialización apareció en Val-de-Marne, después de que un equipo de consejeros conyugales y terapeutas familiares recibiesen formación especializada des del Instituto de Mediación Familiar de Montreal. La primera fase de trabajo con la pareja demandante consiste en establecer un contrato de trabajo, garantizando los puntos siguientes:

1. Que la separación sea ya una decisión firme de la pareja o, al menos, la opción más probable para los dos, y que la consulta no pretenda cuestionar la ruptura.

2. Que la demanda salga de los dos conyugues. Esta motivación es investigada individualmente y personalmente con cada uno de los miembros de la pareja.

3. Que cada uno de los demandados esté dispuesto a aceptar la intervención de un tercero, el mediador, y a cooperar para llegar a acuerdos.

4. Que cada uno de los demandados sea capaz de llegar a comprender el punto de vista de su conyugue y también el de otras personas vinculadas a la familia (hijos, familia extensa, etc.)

5. Que cada miembro de la pareja sufra una patología mental grave que pueda invalidar o contraindicar la mediación familiar.

Ø La mediación familiar en España: El primer servicio de mediación familiar español del que tenemos noticia es el de Servicio de Mediación a la Familia de San Sebastián, actualmente cerrado.

Después de la elaboración del plan de actuación, y de la sensibilización de la población hacia este nuevo aspecto, el servicio entró en funcionamiento. Para hacer la realización se utilizaron métodos como: acogida, recepción del problema, análisis en profundidad de la situación, la búsqueda de posibles problemas que pudieran ser el motivo del conflicto, el soporte terapéutico para la búsqueda de soluciones propias, la orientación sobre los recursos existentes, i la derivación hacia otros servicios, si el caso lo requería.

Los objetivos que el servicio proponía eran los siguientes:

1. Conseguir un clima que permita a la pareja negociar para encontrar una solución de compromiso a aquellos problemas asociados a toda ruptura.

2. Facilitar una discriminación clara entre las cuestiones referentes a su condición de padres y las que corresponden a sus relaciones de pareja, con la intención que estas últimas no incidan en la cooperación paterna necesaria a la hora de garantizar la relación del menos con los dos padres.

3. Facilitar una disminución de las respuestas emocionales en toda la unidad familiar, así como tratar de evitar las posibles repercusiones que puedan tener sobre los hijos.

4. Elaborar por escrito un proyecto de acuerdo paterno que plasme los puntos de vista por los dos conyugues.

El proceso de intervención que seguían era con el mismo orden; la fase de pre-mediación, y más tarde, la fase de mediación.

Con este último capítulo, hemos podido ver como en muchos otros países también se practican este tipo de mediaciones, incluso mucho antes de lo que se ha empezado a realizar en este país. Después de analizar los puntos de cada uno de los países, cabe decir que España no tiene nada que envidiar al servicio, objeticos y maneras de llevar a cabo los procesos de mediación, con los de otros países. Por lo menos a lo que se refiere al campo de las separaciones y divorcios dentro del marco jurídico. Digo esto y ya para finalizar, porque como hemos comentado anteriormente no debemos olvidar que dentro de la mediación familiar hay más ámbitos transversales y diversos del que hemos estado hablando durante todo el resumen.

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